El Ratón Escandaloso de Berta

19.09.2021

Por Matías Antonio

El Gordini el apodado ''Ratón Escandaloso''

Este auto de la marca francesa sorprendió con su aparición en el TC por tan solo dos carreras pero eso no le quitó ser parte de la historia.

Corría el año 1966 dos años antes había debutado en la categoría reina de la Argentina el modelo Chevitú, y como en la vida el TC iba sufriendo cambios, a las cupecitas se le fueron sumando nuevos modelos denominados compactos.

En la fábrica IKA trabajaba un muchacho que se llamaba Oreste, aquel oriundo de Rafaela que años después asombraría a todo el mundo motor en Nurburgrin con los Torino, comenzaba a hacerse un nombre dentro del automovilismo argentino y qué mejor que tomar un modelo que conocía para modificarlo y llevarlo a las pistas para ver que podía demostrar.

Berta decidió tomar el modelo 1093, un auto que competía en Turismo Mejorado (de muy buena performance) para justamente modificarlo a su gusto y que pudiera hacerle frente a los Ford y Chevrolet de la época.

Fue así que su motor francés Ventoux de 850 cc y 35.5 HP a 4500 rpm logró mejorarlo con 1000 cc y 98.8 HP a 7500 rpm, haciendo retoques principales en la admisión y los escapes, se lo equipó con dos carburadores Weber de doble cuerpo.

Para el chasis se le mejoró la trompa (Heriberto Pronello realizó algunos trabajos) cambiando la original por una de fibra de vidrio reduciendo su área frontal a través de un conducto que reducía la presión eliminando el aire por la parte posterior del vehículo, se le bajó el techo conservando las medidas originales de las puerta como marcaba el reglamento y se le colocaron deflectores en la parte baja de las puertas traseras.

Las llantas eran de 6¨ y los neumáticos derivados de la F2 de 5.50 x 13¨ sumado a su bajo peso (400 kilos contra los 1500 de los TC) hizo que el modelo estuviera listo para el experimento.

El Autódromo de Bs As se asombró al ver este pequeño auto blanco (el numero 25 en sus laterales y trompa) el 13 de Marzo de 1966 en la denominada Vuelta de Ensenada, lo manejaba Eduardo Copello y hasta se dio el gusto de liderar la serie y finalizar tercero. En la final largando 3ro tomó la punta durante dos giros y tras un mal armado por el apuro del equipo para ponerlo en pista ese día la manguera del radiador se soltó y adiós carrera.

En palabras del propio Berta el auto doblaba mejor y frenaba mejor que los autos teceistas, eso sí, no alcanzaba la misma velocidad final que los TC pero lo compensaba con el menor peso y la velocidades media; de hecho se estipula que alcanzó una velocidad máxima de 190 km/h en esa carrera.

La segunda carrera también lo tuvo como protagonista nuevamente en Bs. As. El 8 de Mayo otra vez no pudo completarla y luego la ACTC decidiría modificar el reglamento y estipular un peso mínimo de 1000 kilos echando por tierra todo el buen trabajo mecánico que se había realizado en él, quizás abriendo el paraguas ante la amenaza de lo que pensaban ellos podría generar este pequeño auto, que un periodista de la revista Automundo decidió apodarlo el Ratón Escandaloso.

Solo dos carreras le bastaron a este modelo para dejar marcada a fuego una frase del maestro Froilán González que decía ¨al progreso no lo para nadie¨.  

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